El tráfico ilegal de material patrimonial es algo que ha ocurrido a lo largo de la historia, por esto la Sociedad Americana de Arqueología (SAA) ha liderado la creación de un acuerdo bilateral, entre los Estados Unidos y Chile, para proteger el material arqueológico de origen nacional que pudiera ser vendido entre coleccionistas de antigüedades de el país norteamericano, lo que implica restricciones a la importación y el retorno de estos materiales en caso de ser decomisados.
El tráfico ilegal de material patrimonial es algo que ha ocurrido a lo largo de la historia, por esto la Sociedad Americana de Arqueología (SAA) ha liderado la creación de un acuerdo bilateral, entre los Estados Unidos y Chile, para proteger el material arqueológico de origen nacional que pudiera ser vendido entre coleccionistas de antigüedades del país norteamericano, lo que implica restricciones a la importación y el retorno de estos materiales en caso de ser decomisados.
La verdad es que poco se sabe de la magnitud del tráfico ilícito de bienes patrimoniales de origen chileno. Probablemente se requieren estudios internacionales para poder establecer la gravedad de este problema. Sin embargo, abiertamente en la web se pueden encontrar distinguidas casas de subasta norteamericanas y europeas que comercian como antigüedades, materiales patrimoniales de diversos países, realidad que hizo tomar conciencia de este problema mayor que afecta al Patrimonio Nacional de nuestro país.
En Chile, para la protección del patrimonio arqueológico nacional existe la ley 17.288, que protege a todos los sitios arqueológicos y los componentes que de ellos se obtengan. Por lo mismo, todas las piezas arqueológicas, por más pequeñas que sean, son patrimonio y deben ser protegidas. El cuerpo legal que existe en Chile es claro al respecto y faculta a las policías nacionales y fiscalías para protegerlo y tomar acciones cuando se observan faltas a la ley. Frente a eso, es el Consejo de Monumentos Nacionales es el organismo que tiene la tutela y quién toma las decisiones con respecto al Patrimonio Nacional. Esta institución toma decisiones desde otorgar los permisos a aquellos investigadores que están facultados para estudiar los sitios arqueológicos y paleontológicos, cualquier elemento relacionado con su manejo, traslado, estudio e incluso envió al extranjero. La ley en ese sentido es clara en Chile con respecto a que no hay ninguna posibilidad para el tráfico y comercialización de los bienes patrimoniales de ningún tipo, sea tanto en el ámbito nacional, como internacional. El material patrimonial de Chile también está protegido por el Convención de la UNESCO firmada en 1970.
“En el extranjero se transan con mucha naturalidad piezas arqueológicas y paleontológicas las cuales tienen un valor de mercado qué se basa en su completitud, rareza o valores estéticos que evidentemente no tienen nada que ver con su importancia para la investigación o su importancia patrimonial” comenta el Dr. César Méndez, arqueólogo e investigador residente del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP). “Evidentemente países como Perú, Ecuador o Bolivia, qué tienen un acervo material más vistoso, son países cuyo patrimonio está en un riesgo más evidente. Textiles, cerámicas y otros materiales atractivos que se preservan de la arqueología de estos países, son los principales objetivos de los comerciantes ilegales del patrimonio. Las diferencias legales que existen entre países sobre qué se considera algo protegido, generan vacíos importantes qué hacen que elementos que en un lugar están protegidos por la ley, en otros contextos no sean tales. Es por ello, que es fundamental la firma de estos convenios bilaterales que clarifican los contextos legales de cada país y permiten frenar la cadena de tráfico en alguno de los puntos en donde ocurre”.
Recientemente, el Departamento de Estado de EE. UU. publicó el “Memorándum de Entendimiento relativo a la imposición de restricciones a la importación de ciertas categorías de materiales arqueológicos de Chile”, en el que se restringirá la importación a los Estados Unidos de ciertos materiales arqueológicos chilenos que pueden incluir objetos de cerámica, piedra, metal y tejidos orgánicos que figuren en la lista que será promulgada. La Sociedad de Arqueología Americana (SAA) es una organización dedicada a la investigación, interpretación y protección del patrimonio arqueológico de las Américas y una problemática que intenta regular es el comercio de material arqueológico entre anticuarios y coleccionistas de todo el mundo. El Dr. Méndez, miembro de la SAA, pronunció una declaración ante dicha comisión en apoyo a la firma del acuerdo bilateral propuesto entre Estados Unidos y Chile. “En marzo de 2019 tuve oportunidad de prestar declaración ante una comisión del Departamento de Estado de los Estados Unidos con el propósito de aclarar, desde una perspectiva técnica, los beneficios de la firma de este acuerdo. En este sentido, mi declaración iba en calidad de miembro de la Sociedad Americana de Arqueología y que además tuviera residencia en el país del cual se buscaba lograr la protección del patrimonio. En esa instancia, participaban distintos opinantes, tanto en favor de la protección del patrimonio, como aquellos que defendían intereses de coleccionistas y de las casas de subastas que denominan sus actividades bajo el rótulo de “comercio de arte”. Bajo esta perspectiva, ellos impulsan la idea que no incurren en ninguna ilegalidad en tanto los objetos qué buscan son el producto de “un artista” y como tal se pueden comercializar. No sólo se revisó el caso de Chile sino también convenios bilaterales con otros países de Medio Oriente que se encontraban en una situación similar”. La declaración del arqueólogo consistió en abogar en favor de Chile, argumentando que en el país había un sólido cuerpo legal, además explicó que se desarrollaban investigaciones arqueológicas enfocadas en el estudio de estos materiales y que existen programas nacionales y regionales de educación patrimonial en vigencia. “Expuse que el patrimonio en Chile no estaba desregulado y era un tema de importancia nacional. Finalmente, mi argumento central fue, que, si deteníamos la demanda internacional por bienes patrimoniales chilenos, rompíamos la cadena de tráfico ya que limitábamos las oportunidades de aquellos pequeños comerciantes locales que podían ver, en su adquisición, un negocio rentable”.
Este acuerdo se firmó el 7 de mayo de 2020 y entró en vigencia el 30 de septiembre del mismo año. A la fecha Chile ha celebrado acuerdos bilaterales en esta materia con otros países clave en esta compleja red como México, Ecuador y China. Pero cabe destacar que es el primer acuerdo formal entre ambos países para proteger el patrimonio cultural chileno destacando la magnitud del comercio de patrimonio a este país. Frente a esto el Dr. Méndez destaca la relevancia del Memorándum. “Este es un logro importante, en tanto puso a trabajar a múltiples instituciones, tanto nacionales, como estadounidenses en función de un objetivo común que es crítico para preservar el acervo cultural de una nación. Cada vez más, los individuos y las comunidades toman conciencia de la importancia que tiene para la construcción de las identidades proteger su patrimonio, sea este, material o inmaterial. Aquí hubo un trabajo conjunto del Consejo de Monumentos Nacionales, la Unidad de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Patrimoniales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y de la Sociedad Americana de Arqueología para resguardar los objetos de estudio que nutren, entre otros, a la arqueología. De ahí que como arqueólogo y como investigador me parece que este es un importante paso. Quizás tendrá algunas manifestaciones inmediatas, pero los grandes resultados van a ser vistos en el largo plazo, en tanto la firma de un convenio de esta naturaleza supone general políticas de futuro”.
Sin duda este es un importante punto de partida y un ejemplo de que, como otras naciones en situación similar, o incluso de mayor vulnerabilidad de su patrimonio, pueden organizarse para que los tomadores de decisiones firmen acuerdos de esta naturaleza.
Imagen: Puntas de proyectil y raspadores de Pampa Coichel. Material arqueológico patrimonial característico de la región de Aisén, Protegido por Ley.